Banca & FinTech

Cayazzo de Deloitte y norma de la CMF para implementar Basilea III: "Constituye en los hechos un cambio mayor en las reglas actuales"

El socio de Riesgo Regulatorio y Financiero de Deloitte y exintendente de la exSuperintendencia de Bancos, indicó que "lo razonable sería extender en un año la aplicación de este cambio normativo".

Por: Vicente Vera | Publicado: Viernes 22 de diciembre de 2023 a las 10:30 hrs.
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El socio de Riesgo Regulatorio y Financiero en Deloitte, Jorge Cayazzo.
El socio de Riesgo Regulatorio y Financiero en Deloitte, Jorge Cayazzo.

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La implementación de las normas financieras Basilea III continúa su curso y recientemente la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) puso en consulta una normativa que contiene a los requerimientos de capital de la banca en relación a los riesgos de mercado del libro de las entidades. Estos corresponden a las exposiciones de los bancos a instrumentos financieros como, por ejemplo, los bonos. 

En una primera instancia, la entidad presidida por Solange Berstein estableció un umbral de 15% de los activos ponderados por riesgo de mercado del libro de los bancos. Pero, ahora se modificó y eliminó de manera de que el regulador pudiera exigir un requerimiento de capital para lograr una cobertura completa y más adecuada a la realidad del banco, argumentó la CMF. 

“No es realista y somete a un estrés innecesario tanto a los bancos como a los supervisores, cuestión que además se da en un contexto macroeconómico complejo”.

En conversación con DF, el socio de Riesgo Regulatorio y Financiero de Deloitte y exintendente de la extinta Superintendencia de Bancos, Jorge Cayazzo, destacó que si bien los cambios propuestos por el regulador es “conceptualmente correcto,  en los hechos constituye un cambio mayor en las reglas actuales”. 

Cayazzo criticó que la aplicación inmediata que propone la CMF para este ajuste “es inconsistente con la posibilidad que introduce la nueva norma de que los bancos desarrollen metodologías internas para determinar sus cargos de capital de acuerdo a la realidad de cada uno. Esto último requiere algo más de tiempo”. 

Profundizó que “lo razonable sería extender en un año la aplicación de este cambio normativo. Lo contrario no es realista y somete a un estrés innecesario tanto a los bancos como a los supervisores, cuestión que además se da en un contexto macroeconómico complejo”.

Según Cayazzo, la banca ha situado el impacto de estos cambios en torno a los US$ 6.000 millones en el peor escenario, pero sus cálculos es que el cargo de capital podría terminar convergiendo entre rango US$ 2.000 millones y US$ 3.000 millones.

Por ello, recalcó que “por tratarse de un cambio mayor requiere un mínimo plazo de adaptación para que los bancos puedan desarrollar las metodologías internas que la nueva propuesta introduce”.

El siguiente paso

Desde 2019 la banca ha estado adecuándose a la puesta en marcha de los estándares de Basilea III. Cayazzo mencionó que uno de los siguientes desafíos que enfrentarán las entidades financieras será implementar los modelos internos para la determinación de los activos ponderados por riesgo. 

El socio de Deloitte comentó que esto se trata de una pieza fundamental, “pues traslada el mecanismo de adecuación de capital desde el mero cumplimiento regulatorio al mundo de la gestión global de los riesgos y planificación del capital. Para los bancos, además, los modelos internos constituyen una vía significativa de ahorros de capital”.

Los proyectos pendientes

Otro de los planes regulatorios de la CMF en 2024 es avanzar en proyecto de ley que regule a los conglomerados financieros y establecer un nuevo mecanismo de resolución bancaria cuando las entidades enfrenten problemas de liquidez y solvencia. En ambos casos, la entidad elaboró algunas propuestas que deberán ser analizadas por el Ministerio de Hacienda. 

Respecto al primer punto, Cayazzo indicó que el país requiere avanzar en una ley de conglomerados financieros, “aunque la forma de conglomeración financiera que existe en Chile no justifica entender esta como una materia urgente o de suma importancia para la estabilidad del sistema financiero”.

Sobre la resolución bancaria, apuntó que todas las señales evidencian que “las autoridades tienen en mente un cambio más radical consistente de desmantelar la red de seguridad vigente y reemplazarla por una más propia de economías más desarrolladas”. 

Para Cayazzo, “esto haría más compleja la institucionalidad en torno a la resolución de bancos en problema, lo cual no resulta funcional a la realidad de nuestro país”.

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